Campazzo pone la proa del Real Madrid rumbo a la final

El capitán Campazzo puso la proa del buque Real Madrid rumbo a la final de la Liga Endesa. El base volvió a demostrar que ha recuperado su mejor nivel y liquidó el segundo partido de la semifinal cuando aún estaba en el aire. Tumbó al Unicaja anotando nueve puntos en los últimos 2:01, incluido un 3+1 llegando a la esquina a la carrera y casi a la media vuelta. Y para confirmar el triunfo, un triplazo lejanísimo. Acabó con 18 puntos, cuatro asistencias y un dominio absoluto del juego mientras estuvo en pista.

Pese a la mejoría del Unicaja con respecto al estreno de la serie, los blancos ponen un 2-0 que jamás se ha remontado en semifinales y alargan sus rachas: 26 triunfos consecutivos en la Liga Endesa y 29 del tirón como locales, segundo mejor registro en ACB. Al calor del Carpena, los malagueños lucharán contra la historia por al menos tratar de alargar la eliminatoria.

Como era de esperar, nada tuvo que ver el segundo partido con el estreno de la serie. El Madrid no tuvo la puntería de entonces y no encontró una alfombra roja hacia la victoria. Pese a tener 19 de ventaja en el tercer cuarto, tuvo que bajar al barro. Lucieron Hezonja y Llull, con 18 y 15 puntos, respectivamente, pero destacaron en el trabajo oscuro Abalde y Garuba. Uno, estrenando paternidad, el otro, con la cabeza vendada. Muestra de compromiso de ambos.

El Unicaja recuperó su energía habitual y a algunos de sus referentes: 16 puntos para Perry y 11 para Taylor. No le bastaron porque tuvieron dos grandes lastres en el tiro exterior (5/25 en triples) y las pérdidas. Acabó con 22 balones extraviados, 16 de ellos en la primera parte. De nada les sirvió a los malagueños dominar el rebote si luego desperdiciaban la posesión. Encima, se cruzaron con los árbitros. En el segundo cuarto les pitaron tres técnicas e Ibon Navarro acabó expulsado al serle señalada la segunda en los últimos segundos. "Un poquito de respeto. No pido más", dijo el técnico a gritos en los vestuarios al paso de los colegiados.

Los visitantes, con Perry, Barreiro y Kravish como novedades de inicio, empezaron mandando (8-14). Se vio pronto que aquello era otra historia. Las rotaciones, incluido un quíntuple cambio del Unicaja, sentaron mejor al Madrid. Sobre todo por la salida de Llull, que sumó ocho puntos en 3:23. Una mandarina en el último segundo puso el 23-19 en la primera pausa. Una contra perdida del Unicaja se convirtió en antideportiva. Del posible empate a 31 al 36-29 tras un parcial de 10-2. Llull abrió un poco más la brecha cerca del descanso (44-36). Aguantaba el Unicaja pese a las pérdidas y a las técnicas. En el intermedio, 16-8 en tiros libres y 46-41 en el marcador.

El Madrid salió del vestuario con ganas de resolver. Entre Campazzo, Abalde y Hezonja construyeron un parcial de 17-3 para arrancar. "No está mal", decía el croata a la primera fila tras anotar el triple que ponía una máxima de 19 puntos (63-44). Pero no fue la sentencia. Tavares hizo la tercera falta y a Fernando, su recambio, le salió todo mal. Acabó frustradísimo y siendo tranquilizado por Ibaka, el jugador al que ha quitado el puesto. El Unicaja subió líneas en defensa y, sin la torre madridista y sin Campazzo, vio el cielo abierto para contestar con otro parcial que le metió en el partido: 4-20 a lomos de Perry para ponerse a tres (67-64).

Regresó Tavares después de que su equipo estuviera casi cinco minutos sin anotar, pero a los pocos segundos hizo la cuarta falta. Garuba se puso al '5' y Hezonja, al '4'. Ese quinteto pequeño le funcionó al Madrid. Un triple para cada uno además de la intensidad del primero, el acierto del segundo y hasta entendimiento en ataque (79-71). El golpe definitivo lo dio el capitán Campazzo con esos nueve puntos en los últimos dos minutos. Incontestable 2-0.