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El día del regreso ya ha llegado. Luka Doncic vuelve a Dallas después del traspaso que el 2 de febrero hizo que la NBA se agitara ante uno de los mayores terremotos que ha vivido la competición a lo largo de su historia. El base esloveno era enviado a los Lakers a cambio de Anthony Davis. Un movimiento que parecía incluso difícil de imaginar se hacía realidad.
Cambiaba el panorama de la Liga, se buscaban ganadores y perdedores de una maniobra de gran calado, nacían narrativas que fabricaban héroes y villanos y, sobre todo, se miraba cuándo sería el primer partido de Doncic en el American Airlines Center. El 9 de abril se señaló en rojo en muchos calendarios, incluido el del jugador esloveno. Ese día es hoy.
Después de un encuentro polémico en Oklahoma en el que fue expulsado por enfrentarse a un espectador, Doncic afronta el partido más emocional de su carrera. Sí, con los Mavericks volvió a Madrid, donde llegó como un crío, pero aquello fue un partido de exhibición. Lo esta madrugada es cosa seria. El base regresa al pabellón que pensó que sería su casa para siempre en la NBA, como le pasó a Dirk Nowitzki. Así lo escribió en su emotiva despedida a los aficionados.
No sé qué esperar. No sé cómo me voy a sentir. Tengo muchas ganas de volver a Dallas, con la afición, ver a mis excompañeros... Va a ser muy emotivo
Jugó seis temporadas y media allí: 422 encuentros con 28,6 puntos de media, 8,7 rebotes, 8,3 asistencias, novato de la temporada en 2019, cinco presencias en el All Star y otras tantas en el mejor quinteto, primera final de la NBA -la del año pasado perdida ante los Celtics- desde que el equipo fuera campeón en 2011... Una hoja de servicios para la leyenda de la franquicia.
El partido más emotivo
“Realmente, no sé qué esperar. No sé cómo me voy a sentir, la verdad. Tengo muchas ganas de volver a Dallas, obviamente, con la afición, ver a mis compañeros, excompañeros. Va a ser muy emotivo para mí, sin duda”, ha asegurado Doncic sobre su regreso en palabras al periodista Dave McMenamin, de ESPN.
Lo que puede dar por hecho es que el recibimiento de los que fueron sus aficionados será bestial. Está garantizado el lleno en el American Airlines Center, a cuyas puertas hubo manifestaciones en señal de protesta por su marcha e incluso se interpretó un entierro aludiendo a la muerte de la franquicia. "El peor traspaso en la historia de la NBA", se leía en algunas pancartas. Aquellos que clamaban contra su salida llegaron a irse del pabellón a mitad de los primeros partidos sin Doncic. Esta madrugada estarán desde mucho antes del inicio y hasta el final con camisetas de agradecimiento que ha preparado la franquicia para cada asiento.
"Si no tienes ética de trabajo, no puedes jugar en Dallas
Habrá que comprobar si lo emocional afecta al protagonista, que no suele tener problemas para encontrar razones que aumenten su motivación. El simple hecho del traspaso ya es una. Nico Harrison, el hombre que lo ejecutó, estará presente. Dejando escapar al ídolo, se convirtió inmediatamente en el enemigo público número 1 en Dallas. Tras su marcha a Los Ángeles, desde la franquicia comenzaron las críticas que ponían en duda la profesionalidad y la dedicación del base hacia su físico. "Si no tienes ética de trabajo, no puedes jugar en Dallas", dijo el propietario Patrick Dumont. No son palabras que alguien como Doncic olvide fácilmente.
Así que parece normal que se hagan apuestas sobre los números que hará esta madrugada un Doncic extramotivado. La primera vez que se encontró con los Mavericks, el 25 de febrero jugando en el Crypto.com Arena de Los Ángeles, hizo un triple-doble: 19 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias. Los Lakers ganaron por 107-99. Esta vez necesitan volver a vencer para afianzarse en la tercera plaza de la Conferencia Oeste pero, siendo sinceros, el resultado parece lo de menos. Todos los focos y toneladas de morbo los acapara Doncic.
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