Esta madrugada arrancan las Finales de la NBA entre los Oklahoma City Thunder y los Indiana Pacers (2.00 h) que coronarán a un campeón inédito en la historia. Los Pacers, en la única final que disputaron hace 25 años (2000), cayeron ante los Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant (4-2). Y los Thunder de Durant, Harden, Westbrook e Ibaka la alcanzaron hace 13 años (2012), pero los Heat de LeBron les privaron de su primer anillo (4-1).
Esta vez uno de los dos estrenará su palmarés en una NBA dominada históricamente por Celtics (18 títulos) y Lakers (17), grandes estandartes en las últimas décadas junto a los Warriors de Stephen Curry (7), a los Bulls de Michal Jordan (6) y a los Spurs de Gregg Popovich (5).
Séptimo campeón distinto los últimos siete años
Pero en los últimos años se han evaporado las dinastías y la liga se ha igualado tanto que esta campaña coronará a su séptimo campeón diferente en otros tantos años tras los títulos de Raptors, Lakers, Bucks, Warriors, Nuggets y Celtics.
La final entre Thunder y Pacers es una de las menos mediáticas de la historia y será la primera de siempre en la que ambos aspirantes están por debajo del límite salarial. Los 'pobres' también tienen voz en esta liga de multimillonarios. De hecho, entre las 30 franquicias de la NBA los Pacers son los vigesimosegundos en el ranking de salarios (169.846.170 millones de dólares), y los Thunder, los vigesimoquintos de la liga (167.971.133).
Si celebramos el juego, si ponemos el baloncesto delante de todo, ser mercado grande o pequeño no debería importar
Indianápolis tiene una población de 800.000 personas y Oklahoma City, de cerca de 700.000, pero sus equipos se han ganado a pulso su participación en las Finales. Rick Carlisle, entrenador de los Pacers, hizo una reflexión al respecto: ""Entiendo que había preocupación por cuánta gente vería unas Finales entre equipos de ciudades pequeñas, pero si celebramos el juego, si ponemos el baloncesto delante de todo, entonces ser mercado grande o pequeño no debería importar"
Mercados pequeños con un gran baloncesto
Ambos equipos son de ciudades con un mercado pequeño, pero juegan muy bien al baloncesto, como los más grandes. Los Thunder firmaron una temporada regular de ensueño que acabaron como líderes (68-14), con el mayor margen de puntos de la historia sobre sus rivales (+12,9). Y en playoffs liquidaron a Grizzlies (4-0), Nuggets (4-3) y Wolves (4-1). Y los Pacers fueron cuartos en el Este (50-32) y han ido a más en las series por el título, arrasando a Bucks (4-1), Cavs (4-1) y Knicks (4-2).
Thunder y Pacers han llegado tan lejos gracias, en parte, a la amplitud de sus plantillas. En unos playoffs tan exigentes físicamente, han sido dos de los equipos que mejor han rentabilizado la profundidad de sus banquillos por obra y gracia de Mark Daigneault y Rick Carlisle, sus entrenadores, que han gestionado a la perfección sus recursos.
Hay que reconocer que hay cosas que son diferentes vistas desde fuera, pero cuando el balón está en el aire, el juego se define por lo mismo de siempre
Pero también, claro, han llegado a esta final propulsados por sus estrellas. Y nadie ha brillado más esta temporada ni en estos playoffs que Shai Gilgeous-Alexander. El base canadiese de los Thunder, elegido MVP de la temporada y MVP de la final del Oeste, acredita en estas series por el título medias de 29,8 puntos, 5,7 rebotes, 6,9 asistencias y 1,6 robos. Casi imparable.
Histórico Shai Gilgeous-Alexander
El canadiense es el quinto MVP de la historia con 60 o más partidos de al menos 30 puntos contando temporada regular y playoffs. Antes que él sólo lo habían hecho Michael Jordan, Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain y Bob McAdoo.
Además, es el tercer jugador de la historia con al menos 70 partidos seguidos firmando 20 o más puntos. Delante de él, sólo dos leyendas: Wilt Chamberlain con dos rachas de 80 partidos (63-64 y 61-62), y Oscar Robertson con 76 (63-64). Y después Shai, con 73 (24-25), por delante de Michael Jordan, con 69 (90-91). Palabras mayores.
Ser fieles a quiénes somos es la razón por la que estamos aquí. Nos haríamos un flaco favor si intentamos cambiar o ser algo que no somos. Si queremos seguir teniendo éxito, debemos seguir siendo nosotros mismos
Gilgeous-Alexander es el vértice del temible triángulo sobre el que gravitan los Thunder y que completan Jalen Williams (20,4+5,8+5,3) y el ‘Unicornio’ Chet Holmgren (16,4+8,6+2 tapones). Entre los tres anotan el 56,8% de los puntos de su equipo (66,6 de 117,1), que cuenta con un puñado de jugadores que siempre suman, sobre todo en defensa, como Josh Hart, Alex Caruso. Luguentz Dort, Aaron Wiggins, Isaiah Joe o Cason Wallace.
Tyrese Haliburton, la brújula de los Pacers
En los Pacers, su termostato es Tyrese Haliburton (18,8+5,7+9,8). Cuando el base anota y, sobre todo, dirige bien, su equipo vuela. Junto a él destacan la solidez de Pascal Siakam (21,1+5,8+3,3) y de Myles Turner (15,2+4,9+1,4). Entre los tres anotan el 46,9% de los puntos de su equipo (55,1 de 117,4). "Quiero ser el mejor, quiero aprovechar cada gota de las habilidades que tengo. Pero toda duda sobre mí es buena, me encanta escuchar las críticas", dijo Haliburton.
Pero también están siendo muy importantes en sus éxitos Aaron Nesmith (14,1+5,6) o Andrew Nembhard (12,8+3,3+5,1), especialistas defensivos que ya se lo pusieron difícil a Jalen Brunson ante los Knicks y ahora querrán menguar la producción de Shai Gilgeous-Alexander, una misión casi imposible.
Prepárense para ver en esta final una avalancha de puntos y buen juego. l
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