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La cerveza es una de las bebidas que más se consumen en nuestro país. Además, en esta época del año, es un alivio poder sentarte en una terraza o en tu sofá y disfrutar de una con tus seres queridos o amigos. Si preguntamos a casi cualquier persona, diría sin lugar a dudas, que se tomaría la cerveza bien fresquita. Sin embargo, la tradición no señalaría lo mismo. En base a cómo debemos tomarla, nadie es experto, porque al final va más en el gusto del consumidor que en las opiniones de lo de más; pero si nos centramos en cómo se ha consumido tradicional e históricamente; no sería precisamente fría, tal y como dicen los maestros cerveceros.
¿Cuál es la tradición?
La cerveza es una bebida que se remonta a hace milenios. Pero, aunque su origen es de hace mucho tiempo, no hace falta irnos tan atrás para conocer cuál es la tradición a la hora de tomar cerveza.
Si nos situamos en la Edad Media y antes, la cerveza no se solía consumir fría. Principalmente en los países con unos climas más fríos, buscaban servirla tibia o a temperatura ambiente. Además, se le agregaba especias y hierbas para que sus sabor mejorase y para conservarla en un mejor estado durante más tiempo.
En algunos países europeos aún es constumbre consumir la cerveza caliente, sobre todo en sitios más tradicionales. Algunas de estas variantes en el consumo son la 'mulled ale' en Inglaterra o la 'glübier' en Alemania.
En algunos contextos históricos concretos sí que se utilizaban barriles de cerveza en bodegas o lugares frescos para que se mantuviera más o menos fría; aunque no fue lo más común a lo largo de la historia.
Cómo ha cambiado el consumo
A día de hoy, en España, es casi inconcebible consumir la cerveza tibia o caliente. El clima en nuestro país favorece a que el consumo de la cerveza sea fresca o fría. Siendo, además, una bebida muy consumida en verano cuando el calor aprieta.
Además, la industria cervecera, ha favorecido el consumo de cerveza fría para mejorar el sabor y la experiencia en la actualidad. Al ser los expertos en este ámbito, es lógico que el consumidor haya incorporado estas recomendaciones en su consumo. Este hecho, ligado al avance en el mundo de la refrigeración, ha hecho que se conserve mejor la cerveza y cambien los hábitos de consumo. La cerveza fría puede hacer que se noten unos sabores diferentes a cuando se realiza el consumo de este líquido en caliente.
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