Ruanda se prepara para ser la primera nación africana en acoger el Mundial de Ciclismo en Ruta. La capital, Kigali, albergará la prueba entre el 21 y el 28 de septiembre con un recorrido exigente: 5.000 metros de desnivel, mil más que en la edición anterior celebrada en Zúrich.
El Mundial en septiembre
A pocos meses del evento, Ruanda lanza un mensaje claro: el país está preparado y la seguridad no será un problema. Así lo ha asegurado el comité organizador local, que confía en que el campeonato sirva no solo para mostrar su capacidad logística, sino también para atraer inversiones y turistas.
La seguridad es un asunto especialmente sensible en esta edición. La Unión Europea llegó a solicitar un cambio de sede por las tensiones persistentes entre Ruanda y la vecina República Democrática del Congo (RDC). Sin embargo, la Unión Ciclista Internacional (UCI) rechazó esa petición y confirmó a Ruanda como sede definitiva del campeonato.
Actualmente, Ruanda y la RDC se encuentran en negociaciones para encontrar una salida pacífica al conflicto armado en el este congoleño, donde el grupo rebelde M23, presuntamente apoyado por Kigali, ha intensificado su actividad militar.
A pesar de ese contexto, las autoridades ruandesas garantizan que las medidas de protección para ciclistas y asistentes serán equiparables a las de cualquier otra ciudad que haya albergado este tipo de campeonatos.
Los organizadores calculan que el alcance del evento será de hasta 300 millones de personas gracias a las retransmisiones televisivas previstas en más de 140 países, una vitrina global que Ruanda espera aprovechar al máximo.
Kigali cuenta con una red vial adaptada y espera recibir entre 4.000 y 7.000 visitantes internacionales. Como novedad, la contrarreloj individual arrancará dentro del BK Arena, un estadio techado con capacidad para 10.000 personas.
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