El coche con el que Audi sacó los pies del tiesto: probamos el exclusivo RS 6 Avant GT

Aunque nos pilla un poco lejos, uno de los mitos de Audi en competición es el Audi 90 quattro IMSA GTO. Se trata de uno de los coches de obligada presencia en cualquier recopilación histórica de la marca de los aros que, en su día, atrajo la atención de leyendas del automovilismo como Hans Stuck o Walter Rohrl.

Fue uno de esos coches míticos que contribuyeron a popularizar la tracción quattro en el mundo de la competición como también lo hicieron los Audi S1 Quattro del WRC y de Pikes Peak. Todos ellos máquinas indomables únicamente indicadas para auténticos valientes.

Pero no te asustes porque el RS 6 Avant GT, una edición limitada inspirada en ellos, no te va poner en apuros. Tampoco te va a disparar la adrenalina al nivel de aquellos explosivos Grupo B... pero sí que te la va a entregar en las dosis indicadas para que los 266.750 euros que cuesta (casi 100.000 más que un RS 6 Avant Performance) valgan la pena.

Una estética impactante

Sólo mirarlo ya te va a acelerar el pulso. El RS 6 Avant GT es uno de los modelos de los aros más exclusivos de los últimos años, y también de los más espectaculares. Nuestra unidad de pruebas aún más porque estaba decorada con los colores tradicionales de Audi Sport (blanco, rojo y negro) y unas enormes llantas blancas de 22 pulgadas que le dan un aspecto demoledor (aunque también da miedo aparcar con ellas). De hecho, pasaría por un coche de carreras solo con ponerle un dorsal.

Una imponente parrilla enrejada en negro, los pasos de ruedas ensanchados tanto delante como detrás (ojo a las plazas estrechas de parking), los estribos laterales dando continuidad al splitter delantero, el spoiler de techo trasero doble, los escapes, el difusor funcional posterior... Es como si estuviésemos ante un RS 6 'ciclado' (que ya es decir). Y a tenor de la gente que lo grababa con el móvil a nuestro paso, resultaba bastante explícito...

Con todas las armas dinámicas imaginables

Como buen Audi de la famliia RS, la receta dinámica incluye tracción integral quattro, que se agradece porque aumenta la facilidad de conducción y porque le facilita las cosas a los neumáticos a la hora de traspasar la enorme potencial de su motor (que entrega 850 Nm de par máximo ya a 2.300 rpm).

Pero no te preocupes porque si quieres emoción... la vas a tener. Sobre todo porque podrás personalizar dos programas de conducción específicos, denominados RS 1 y RS 2, con sendas configuraciones para el motor, el cambio, y el diferencial deportivo quattro en el eje trasero.

La suspensión coilover del RS 6 Avant GT es única en la gama Audi, con altura y dureza ajustables mediante rosca. Y, hablando de detalles únicos... también lo es su nuevo capó de fibra de carbono -el mismo material que se emplea en los pasos de rueda- para aligerar peso. Los frenos son carbonocerámicos y son tan potentes... que no te los acabas.

En marcha es sorprendente lo bien que contiene las inercias de la carrocería, incluso en maniobras de máxima exigencia dinámica. El tacto de la dirección, como es habitual en Audi, es perfecto, con máxima precisión y un tan bueno que te acostumbras pronto a él. Además, en las curvas más cerradas contaremos con el apoyo extra de la dirección a las cuatro ruedas, cuya presencia se deja notar en lo fácil que hace las maniobras a baja velocidad.

Del cinco cilindros al V8

Uno de los elementos más característicos del Audi 90 quattro IMSA GTO que no se ha podido trasladar a su homólogo medio siglo después es su motor. El cinco cilindros turbo tan característico de Audi ya no es utilizable por las normativas de emisiones. Pero, a cambio, la marca alemana propone un V8 turboalimentado con 630 caballos de potencia, 30 más que el RS 6 Avant y los mismos que las versiones Performance.

Ni que decir tiene que hablamos de un motor todopoderoso, con rabia para mover a la mole que es este familiar de casi cinco metros y más de 2.000 kilos de peso (en esto es en lo que está más alejado de su inspiración de carreras) con la explosividad de un 0-100 en 3,3 segundos. Si hablamos de explosividad es cierto que no resulta tan salvaje como el cinco cliindros (cuyas sensaciones en los modelos pequeños de Audi que lo montaron más recientemente son casi inigualbales) pero a cambio vamos a encontrar una progresividad que agradeceremos en el uso diario.

Porque... ¿se puede usar como coche de diario? Sorprendentemente sí... aunque, lógicamente, no iremos tan cómodos como en un A6 convencional. Pero, como referencia, os diremos que tuvimos la oportunidad de subirnos a un RS 4 Avant 25 Aniversario apenas unas semanas antes y pocos días después... y el hermano pequeño era más duro en el paso por baches e irregularidades. Esa es una de las ventajas de la suspensión roscada aunque tiene un contra al que tenemos que estar muy atentos: va muy bajo y es muy fácil tocar el suelo... incluso en rampas de garaje.

Podemos modular su carácter con los programas de conducción de que disponemos (Efficiency, Confort, Auto y Dynamic) además de los dos RS sólo para 'desparramar'). Eso sí... hay que tener a mano la cartera porque sus consumos son altísimos: nosotros siempre rozamos los 12 litros cada 100 kilómetros... yendo con sumo cuidado.

Exclusivo también por dentro

Es verdad que cuando nos subimos, nos da un pinchazo recordar la configuración de la generación anterior a la que acaba de llegar al mercado y que esta serie especial aún mantiene. Nos referimos a las dos pantallas en la consola central, una tradicional en la parte superior y otra debajo, también táctil y de buen tamaño (8,5")... con funciones limitadas, básicamente la climatización. Una solución que llegó en plena fiebre por las pantallas y solo se aplicó en los modelos de gama alta de la generación anterior (A6, A7 y A8), pero que ya desaparece... porque no tiene ningún sentido. Si hay que controlarlo todo de forma táctil... no hay necesidad de duplicar este elemento.

Por lo demás, la microfibra Dinámica y el carbono son los reyes del habitáculo junto a los asientos bacquet deportivos RS que no tienen regulación eléctrica, pero sí llevan grabado los logos de RS 6 GT en rojo, a juego con los cinturones.

Sólo habrá 660 unidades (la nuestra era la 608 y estaba ya asignada a un dueño) y esa exclusividad, unida a lo que simboliza es lo que quizá haya hecho que todas estén asignadas, pese a su descomunal etiqueta de 266.750 euros. ¿Se justifican? La respuesta quizá sea otra pregunta ¿y qué más da? Los ricos no tienen esas preocupaciones...