Fueron 14 kilómetros de pura vida. El Cross de Santiso (A Coruña) es más que un trail running, es una oportunidad única de fundirte con la naturaleza y tanto Mario (11 años) como Pedro (22) en sus sillas adaptadas no podían faltar a su primera cita con la montaña. De la mano de su tribu –hacía mucho tiempo que no coincidía la familia al completo, 50 personas en total- completaron esta espectacular carrera animados por cánticos, y muchas sonrisas.
Empujando Sonrisas completó la XIII edición y aprovechó para probar diversos aspectos técnicos de cara a la gran cita de diciembre en Argentina. Los nuevos arneses para tirar de las sillas adaptadas de Mario y Pedro, han permitido a la tribu repartir el peso de nuestros atletas en las partes más duras de la carrera.
En un ambiente de fiesta, con un tiempo que invitaba a animar a los corredores, Pedro entró en la meta corriendo, acompañado por los más pequeños de la tribu y contagiando sonrisas a todos los que estaban esperando al equipo que entró cansado pero muy feliz de participar y completar el Cross de Santiso.
Correr en casa
Y es que para Empujando Sonrisas correr en Santiso es correr en casa, disfrutar en familia del pulpo, los callos y el churrasco post carrera que prepara la organización, del cariño de todos y cada uno de ellos y del buen hacer de uno de los cross más bonitos de toda Galicia.
Primer trail running de la temporada, pero no el último de Empujando Sonrisas que sigue su preparación física y mental para El Cruce, el gran reto que hará que Mario y Pedro hagan historia al convertirse en los primeros atletas con movilidad reducida en recorrer 100 kilómetros por la Cordillera de los Andes.
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