Baltazar Maria de Morais Júnior, Baltazar en el mundo del fútbol, sigue siendo, pasadas varias décadas, el mejor Pichichi que ha tenido el Atlético de Madrid, con aquellos 35 goles en 1989, y uno de sus goleadores más sobresalientes.
Hace 40 años, en verano de 1985, el brasileño fue fichado por el Celta en la única oferta que tuvo del fútbol español y eso que llegaba con vitola de goleador, si bien apenas pudo marcar 6 goles en Liga (otros 6 en Copa) sin evitar el descenso del equipo. "Estuve a punto irme de España, no estaba a gusto", dijo años después.
Sin embargo, en la temporada siguiente, con el Celta en Segunda, fue Pichichi con 34 goles, que sumados a los 13 en la temporada 87-88, pese a estar lesionado la mitad de la Liga, le valieron para fichar por el Atleti, que acababa de perder a Julio Salinas. Maguregui lo pidió y Jesús Gil dio el OK.
En el equipo celeste también vivió el día más triste de su vida, con el choque fortuito con el portero del Málaga en diciembre de 1986, José Antonio Gallardo, en una disputa por un balón, y que terminó, semanas después con el fallecimiento del portero. En cada entrevista donde se le preguntaba por accidente de echaba a llorar. "No tuve la culpa, solo Dios me ayudó a superarlo", aseguró Baltazar, que visitó en el hospital al portero, con su familia y su biblia en la mano rezando sin parar.
O 'Artilheiro de Deus' (el Artillero de Dios), había crecido en Gremio, al que hizo campeón con su gol a los 20 años, Flamengo, Botafogo y Palmeiras, donde además de goles era conocido por ser Atleta de Cristo, desde que a los 18 años leyó la Biblia y se dio cuenta de las cosas malas que hacía, dicho por él, y que sentía que Dios le perdonó.
¿Que son? "Deportistas que nos creemos pecadores, pedimos perdón a Dios y confiamos en la salvación de Jesucristo. Somos parte de la Iglesia Evangélica. No somos ni una iglesia, ni una secta, ni una religión. Somos un grupo de cristianos evangélicos que nos reunimos e invitamos a otros deportistas, sólo deportistas, para estar más a gusto", explicó una vez Donato. "Nos reunimos, leemos la Biblia, cantamos y viene una persona que tiene conocimiento de la palabra y dirige la reunión".
Ese año de 1989, con la Biblia en una mano y el mazo en la otra, el rendimiento fue tan soberbio, formando ataque con Manolo y Futre, que superó incluso a Hugo Sánchez, que dominaba el Pichichi en esas épocas. Logró un póker (Espanyol) y cinco hat-tricks (Cádiz, Espanyol, Betis, y Real Madrid en La Liga y Barcelona en la Copa). Dio igual que hubiera cuatro entrenadores, Maguregui, Briones, Atkinson y Addison: con todos marcó a casi un gol por partido.
"Manolo por la derecha y Futre por la izquierda. Yo tenía que estar atento porque los balones venían con azúcar. Fueron los jugadores con los que mejor me entendí", confesó años después en 'alacontra', una temporada en la que con Brasil logró la Copa América, pero apenas jugó ni siendo Bota de Bronce europea: metió un gol con Romario y Bebeto en esa dupla... y luego Carera le taponó para el Mundial de Italia 90 pese a marcar más goles que él. Nunca brilló de verdad en la canarinha.
En la siguiente temporada en el Atleti volvió a ser el mejor goleador colchonero, con 18 tantos, pero tampoco sirvieron para lograr un título, eliminado por segunda vez seguida en Copa por el Madrid, y cuarto en Liga de nuevo, además de eliminado en treintaidosavos de la Copa de la UEFA por segundo año seguido, de nuevo con baile de técnicos: Javier Clemente, Briones y Joaquín Peiró.
Con Clemente la cosa no funcionó, solo quería dos delanteros. "No me gustó nada porque yo venía de hacer una gran temporada. Había marcado 35 goles. Él prefería que el equipo defendiera más y que jugara al contragolpe. Esa decisión me perjudicó. No tuvimos buena relación porque a veces ni hablaba, ni explicaba", confesó.
Un año después, con la llegada de Schuster, ya no había licencias para tanto extranjero y tuvo que salir hacia el Oporto. "Yo era el extranjero que sobraba", dijo. Ya nunca registró tantos goles ni en Francia o Japón, donde se retiró en 1995.
Aunque estudió Economía y pudo se representante de deportistas y negociar sus contratos, ya se retiró también de ello y ahora vive tranquilo aunque sigue vinculado a la labor evangélica.
LOS PICHICHIS DEL ATLETI
08-09 Forlán (Uruguay), 32 goles
97-98 Vieri (Italia), 24 goles
91-92 Manolo, 27 goles
88-89 Baltazar (Brasil), 35 goles
84-85 Hugo Sánchez (México), 19 goles
70-71 Gárate (y Rexach), 17 goles
69-70 Luis Aragonés, Gárate (y Amancio), 16 goles
68-69 Gárate (y Amancio), 14 goles
40-41 Pruden, 30 goles
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