La UD Las Palmas ha cerrado oficialmente el capítulo de Diego Martínez como entrenador del equipo. Un desenlace que, aunque esperado, marca un punto de inflexión en la trayectoria del club. El técnico gallego, cuya salida era un secreto a voces tras sus propias palabras en su última rueda de prensa, deja Gran Canaria tras un doloroso descenso. Martínez, con su característica intensidad y compromiso, no logró despedirse en el césped, pero sus declaraciones previas al amistoso contra el San Antonio de Texas, al que no itió que no acompañaría al equipo en el viaje a Texas para jugar un amistoso, resonaron como un adiós cargado de simbolismo.
El comunicado oficial del club no solo pone fin a la era Martínez, sino que abre la puerta a un nuevo horizonte con la inminente llegada de Luis García Fernández al banquillo amarillo. La afición, expectante y ansiosa por un cambio de rumbo, aguarda la confirmación de un técnico que promete inyectar frescura y ambición a un proyecto que ahora tiene el ascenso como gran objetivo. Ahora, la mirada se posa en Luis García Fernández, un entrenador que deberá ganarse el corazón de una isla que no se conforma con nada que no sea luchar por el ascenso.
Este cambio de timón llega en un momento crucial, con el club inmerso en una etapa de reconstrucción tras el descenso. La directiva, consciente de la urgencia de recuperar la estabilidad, apuesta por García Fernández para liderar un proyecto que combine cantera, experiencia e ilusión. En los próximos días se espera que el club desvele los detalles de un entrenador que también ha sido tentado por el Leganés.
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