San Mamés tiene su montaña rusa

Athletic y Sevilla se reparten los puntos en un duelo con un desenlace al que con el desayuno de lunes ninguno de los dos pondrá mala cara. Los leones porque están en mitad de la semana más intensa de lo que llevamos de Liga -mezclando Liga con dos partidos europeos- y continúan sin perder y el Sevilla porque vuelve a conseguir un resultado positivo que quiere convertir en anuncio de que esta campaña sí estará en la zona de posibles de la clasificación.

El primer tiempo lo resumió Jauregizar con su gol en el 36'. El bermeotarra estuvo listo para recoger un balón que pegó en la espalda de Unai Gómez y acomodarlo a un costado de la portería. El disparo cogió veneno definitivo tras rozar en las piernas de Agoumé. El centrocampista decidió el rumbo de un encuentro que comenzó dominando el Sevilla ante un Athletic al que le costaba rodar con su velocidad habitual y que sólo los chispazos de De Marcos, Nico y Berenguer correspondían a lo preparado.

Paredes, protagonista con gol en Roma, tardó en arrancar y se quedó a distancia de cortar un buen centro de Barco al que se adelantó Peque y antes del 1-0 hizo una cesión con bote terrorífico a Agirrezabala por la que todavía se está disculpando. Por ahí pudo haber marcado el Sevilla. El Athletic también las tuvo, antes y después de Jauregizar. Primero con una buena acción entre De Marcos y Nico a la que no llegó Iñaki por un suspiro y después tras una mala salida de balón de Nyland -se la dio a Iñaki Williams- de la que luego se rehizo con una buena parada a remate del mayor de los hermanos.

El intermitente Ejuke metió de lleno al Sevilla en el partido con un remate nada más comenzar la segunda mitad. Así que el cohete lo volvió a lanzar el Sevilla ante un Athletic que en ventaja debía istrar esfuerzos y ya advertía recambios desde la banda. La mejor ocasión de los de García Pimienta antes de los cambios de Valverde fue un remate al palo de Lukébakio en el 53'.

Perdón del Sevilla

En un duelo de alternativas y justo antes de ser relevado por el debutante Peio Canales que se colocó detrás de Guruzeta desplazando a Iñaki a la derecha, Berenguer tuvo una clara ocasión, pero su disparo no encontró portería. Guruzeta, que encontró a un buen Nyland, y Nico, al que taponaron el remate, lo intentaron al minuto siguiente. ¡Vaya si había partido!

Lo corroboró la expulsión de Agirrezabala en el minuto 84 después de que Soto Grado decretase falta sobre Mateo fuera del área cuando el portero trataba de salir airoso de un pelotazo con forma de cesión. Nadie convenció al árbitro de lo contrario, así que el final del choque, con Navas en el campo sin muchos de los hinchas dándose cuenta de su entrada por el sucedido de la roja, fue una película de acción.

El Sevilla tuvo el empate con un remate fallido de Lukébakio cuando el cronómetro reflejaba el minuto 90 y quedaban todavía seis minutos de descuento. El belga la mandó a la tribuna cuando el gol se daba por hecho. El infortunio del delantero se volvió a favor en la siguiente jugada, cuando Núñez quiso despejar un centro de Ejuke, el balón dio en el palo y golpeó en Padilla para dibujar el 1-1. Padilla dejó el partido como estaba con una genial intervención ante Ejuke en la despedida.