El 'milagro' de Bérgamo: la victoria más surrealista del Madrid en Champions

El fútbol tiene esa magia que lo hace impredecible, y si no, que se lo digan al Real Madrid en su visita a Bérgamo en 2021. Aquella noche, en los octavos de final de la Champions League 2020-2021, el equipo de Zidane llegó al partido contra la Atalanta con un panorama desolador: nueve bajas importantes por lesión. Ramos, Benzema, Hazard, Marcelo, Militao, Odriozola, Rodrygo, Valverde y Carvajal no estaban disponibles. Con este parte médico, las expectativas eran más bien bajas, frenaron el optimismo que se había instalado en el Madrid. Pero el fútbol, como siempre, tenía preparada una historia inesperada.

La alineación que presentó Zidane ya daba para levantar cejas: Isco como falso '9', acompañado por Vinícius y Asensio en las bandas. Pese a las dudas, el malagueño fue el más participativo en el ataque blanco, intentando conectar el juego, algo que ni Vini ni Asensio lograron hacer. El brasileño generó algunas faltas interesantes y desperdició un par de ocasiones, mientras que el mallorquín tuvo una noche para el olvido, lleno de imprecisiones y perdido en el campo.

El partido dio un giro en el minuto 17, cuando Mendy, uno de los pocos titulares habituales en ese once, se escapó hacia la portería rival y provocó la expulsión de Freuler. Fue una decisión controvertida. El árbitro Tobias Stieler no dudó en mostrar la roja directa, y el VAR tampoco intervino. Gasperini, técnico del Atalanta, no daba crédito: si ya era complicado jugar contra el Madrid, hacerlo con uno menos desde tan temprano lo convertía en una hazaña casi imposible.

El momento de la magia y un dardo antes del partido

La Atalanta resistió como pudo, incluso tras la lesión de Zapata, pero con el paso de los minutos el desgaste comenzó a pasar factura. El Madrid, que tampoco encontraba la manera de romper el empate, hizo cambios en el 75', dando entrada a Arribas y Hugo Duro por Asensio y Vinícius. Con el marcador aún 0-0, parecía que todo se decidiría en el partido de vuelta. Pero entonces llegó el momento de magia. A pocos minutos del final, Mendy, se sacó de la chistera un golazo desde fuera del área. Con su pierna derecha, no menos. Una rosca impecable que se coló junto al palo, dejando boquiabiertos a todos, incluido Zidane, que no pudo contener la risa al ver la escena. Como si fuera Kroos. Fue un gol que no solo dio la victoria por 0-1 al Madrid, sino que también cambió el rumbo de la eliminatoria.

Curiosamente, Kroos había lanzado un dardo antes del partido en rueda de prensa, al ser preguntado por las numerosas lesiones del equipo: “Yo casi nunca estoy lesionado, así que no sé qué hacen los jugadores lesionados, ni lo que hacen en casa ni cómo hacen la rehabilitación”. Una declaración que dejó clara su frustración y que ponía más presión sobre los pocos disponibles. Al final, el Madrid se llevó una victoria tan sufrida como surrealista, con nueve bajas y un héroe inesperado. Una noche más que se suma a la larga lista de milagros blancos en la Champions.