Por ahora, solo hay una certeza: este jueves a las 12:30, en Valdebebas, Trent Alexander-Arnold será presentado como jugador del Real Madrid. Suponemos que bajará al césped vestido de blanco, seguramente sonriente, bajo un sol que ya aprieta en la capital y con un aire de solemnidad que solo se reserva para fichajes importantes. Lo que aún no se sabe, curiosamente, es cómo se va a llamar. O mejor dicho: qué nombre habrá en su camiseta.
En el Liverpool, su casa durante toda una vida, llevó el dorsal 66. Cifra icónica, sin justificación aparente más allá del azar, pero que acabó formando parte de su identidad tras su ascenso al primer equipo. Tan fuerte era ese vínculo que su nombre en Instagram era “trentarnold66”. Era. Porque hace solo unas horas, quién sabe si dejando caer la pista, el jugador actualizó su nombre de : ahora es simplemente “trent”.
¿Por qué no podrá llevar el dorsal 66?
El cambio no parece casual. LaLiga, a diferencia de la Premier League, no permite dorsales por encima del 25 a jugadores con ficha del primer equipo. Del 26 al 50 quedan reservados para futbolistas con ficha del filial.
Así que el 66, como los recuerdos en Anfield Road, se queda atrás. En la plantilla blanca solo tres dorsales están disponibles: el 12, el 18 y el 25. Y todo apunta a que heredará el número que tantos años lució Marcelo. Sin embargo, no está claro si mantendrá su apellido completo. La web de la tienda oficial del Real Madrid impone otra restricción silenciosa: máximo 11 caracteres en el dorsal. “Alexander-Arnold” suma 17, sin contar el guion. ¿Habrá que acortarlo? ¿Apostará por un simple “Trent”"
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Alexander-Arnold llega justo a tiempo para jugar el Mundial de Clubes a las órdenes de Xabi Alonso. El inglés aterriza con galones, con pasado y con un futuro ilusionante. Solo le falta definirse en el presente. El dorsal es solo un número y, el nombre, una mera etiqueta. Pero en el club blanco ningún detalle pasa desapercibido.
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