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El Atlético de Madrid perdió 2-1 contra un Salzburgo que fue superior casi todo el encuentro hasta el gol de volea de Hueso. El equipo de Red Bull se quedó con diez jugadores en la primera mitad después de una doble amarilla de Traoré, que cometió dos faltas muy inoportunas en el medio campo. En la segunda parte, los rojiblancos también se quedaron con uno menos con la expulsión de Fernández tras cometer un penalti que supuso el 2-0 a favor del equipo local.
Los colchoneros se despiden de la competición contra el conjunto austriaco, verdugo en dos ocasiones anteriores. El ímpetu rojiblanco tras recortar distancias no fue suficiente para igualar la contienda y mandar el partido a la tanda de penaltis. Los pupilos de Luis Bueno han demostrado que, ante las adversidades, son capaces de reponerse y luchar hasta el final.
El ritmo de partido empezó siendo frenético, con un Salzburgo que tenía en Trummer (lateral) y Baidoo (extremo) sus dos armas más potentes. Ambos futbolistas crearon peligro constante sobre la portería de Esquivel con sus innumerables llegadas hasta línea de fondo. El árbitro perdonó un penalti a favor del Salzburgo tras un agarrón de Pablo Pan a Adejenughure dentro del área. Rajado realizó el primer disparo a puerta del Atlético en el minuto 42'.
En la segunda mitad, llegaron los tres goles del partido. Baidoo marcó el primer tanto tras una pérdida del Atlético en campo contrario y una salida fulgurante del Salzburgo a la contra para que el extremo definiera con sutileza. La segunda diana fue obra de Sulzbacher, que anotó de penalti para poner el 2-0 en el marcador. El árbitro expulsó a Fernández al cometer la pena máxima, una expulsión un tanto rigurosa.
Pero el Atlético de Madrid no se dio por vencido y luchó contra las adversidades. Los pupilos de Luis Bueno demostraron su capacidad de luchar hasta el final contra viento y marea. Romeo Hueso recortó distancias tras un magnífico gol de volea desde la frontal del área. El Salzburgo resistió las embestidas de los rojiblancos, que disputaron sus mejores minutos en el partido después del gol. El conjunto austriaco vuelve a ser el verdugo de un Atlético que no consiguió forzar la tanda de penaltis.
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