Esta vez no fue otro ejemplo más de un bonito relato que a veces el romanticismo adorna en exceso. Está vez fue de efecto inmediato y real. Y es una prueba de la fuerza del deporte para crear referencias positivas que impulsen a los desafíos. Elevado, además, por la dimensión de los personajes: Carlos Alcaraz, el deportista mundial del domingo, y Joaquín NIemann, el dominador del LIV Golf
MIentras en París, el español levantaba tres bolas de partido para protagonizar la mayor remontada hasta donde alcanza la memoria, en Virginia el golfista chileno miraba en la televisión el partido de tenis en la última de las dos interrupciones provocada por la tormenta.
"Para ser sincero, creo que me inspiré en Carlos Alcaraz", contó Niemann, después de embocar cuatro birdies en los últimos cinco hoyos y remontar los tres golpes de ventaja que tenía Lahiri. "Estaba viendo su partido con mi hermano y Mito (Pereira) en el vestuario y fue muy bueno ver que levantó tres match balls. Y luego ser capaz de volver a meterse en el partido. Fue muy guay. Me sentí que podía ser capaza también de hacerlo yo".
El mejor jugador del mundo sin un grande en la actualidad, autor de cuatro victorias, en ocho torneos, en el LIV Golf, afrontará ahora el US Open que comienza el jueves en el Oakmont Country Club
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