Nada parece que va a ser convencional en el futuro circuito de Madrid y, desde luego, no es habitual que la primera 'vuelta' a la pista la complete, en lugar de un monoplaza de Fórmula 1, un coche del Dakar.
El primer giro a MadRing ha corrido a cargo del Ford Raptor que competirá el próximo enero en el rally más duro del mundo y que era el único coche de carreras capacitado para rodar por MadRing... o, al menos, lo que es ahora, aún una pista por terminar de construir.
Carlos Sainz ha sido el encargado de bautizarlo y para ello ha tenido dos copilotos de excepción: Pepe Martí (piloto de Campos Racing en F2)... y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Piloto y política han sido los primeros en girar por las 22 curvas de la pista madrileña que recibirá de nuevo la Fórmula 1 en 2026, aunque uno lo ha llevado mejor que la otra.
Mientras que Martí ha aprovechado para ir 'visualizando' lo que será la pista madrileña, Ayuso ha sufrido en el asiento de la tortura, el que habitualmente ocupa Lucas Cruz y que, en esta ocasión, ha puesto a prueba el temple de la presidenta.
Sainz a Ayuso: "Tú confía en mí"
"Tranquila presidenta, que iré despacio para que no te duela el cuello", era el mensaje que transmitía de primeras el doble campeón mundial y cuádruple ganador del Dakar a su presidenta... que pronto iba a descubrir que el concepto de 'despacio' de un piloto profesional no es el mismo que el del común de los mortales.
"¡¡No, no... tanto no!!" Se escucha de boca de Ayuso en un primer momento en la vuelta. Lógicamente, dado que el Ford Raptor tenía que transitar por muchas zonas rotas, en obras o aún salvajes en la zona de Valdebebas, piloto y copiloto incluso despegaron en alguna que otra ocasión.
"Tú confía en mí", le animaba Sainz... ante el recelo de Ayuso: "Ya, pero... " decía con voz ligeramente temblorosa. No es de extrañar ante un coche del poderío del Ford Raptor, con su atronador V8 de casi 400 caballos de potencia bramando a sus espaldas. "Tranquila, tranquila, que no pasa nada".
Un par de sustitos más, una tanda de donuts para afilar aún más los nervios de Ayuso y fin de la excursión: "Tenemos una presidenta muy valiente", era el veredicto final de Sainz antes de que los dos, ya fuera del coche, comentaran la jugada: "La primera vuelta bien, pero en la segunda ha habido un momento cuando hemos salido volando... en el que he cerrado los ojos".
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