"Del Barça de los bajitos al Barça de los enanos"

Del Barça de los bajitos al Barça de los enanos. Enanos de los que crecen en el circo imaginario del ridículo. Así están las cosas después de escuchar ayer en Jeddah a todo un capitán como Raphinha verbalizar algo de Perogrullo a propósito de un Dani Olmo cuyo caso empieza a generar mucha hartura. Por lo visto el CSD va a conceder la cautelarísima, así en superlativo. No vale con cautelar o provisional. 

Ese sufijo denota poder, poder político que mete sus zarpas en un deporte más o menos regulado y que ve peligrar ahora buena parte de su sistema de justicia si normaliza este excepcionalidad. Salimos perdiendo todos. La competición, la organización, los rivales y sobre todo el Barça cuya imagen, que parece el menor de los problemas, es carne de comentario en el vestuario del fútbol mundial. Lo que dijo Raphinha lo puede suscribir, seguramente, cualquier otro.

A expensas de que se oficialice este indulto temporal, ya ven que la jerga deportiva se escribe de forma paralela a la parlamentaria, solo podemos alegrarnos por el jugador, un pedazo de pan, y por la selección española que si podrá contar con el concurso de un futbolista clave para entender el éxito del equipo nacional que dirige Luis de la Fuente, ausente en Arabia por su postoperatorio.

Hasta Valverde, hater de los conflictos, se animó a tirar de sarcasmo en la efemérides de su despido en Can Barça. Ningún recuerdo le queda en su mente de aquello que fue bonito por dos ligas y olvidado para disfrutar en Bilbao donde una Copa del Rey vale más que una visita a Canaletas. Al final del día nos queda la sensación de que nadie defiende al Barcelona. Bueno, sí, parece que Uribes, madridista confeso, hila fino con las interpretaciones istrativas. Posiblemente porque en este tiempo de enanos haya algo más que el futbol que honraron los bajitos.