Llevo dando trofeos a Carlitos Alcaraz desde que tenía nueve años. He seguido toda su trayectoria y tengo claro que es un jugador diferente. Tiene un estilo distinto, una velocidad sorprendente, un sentido táctico enorme... Todo el mundo quiere ver jugar a Carlos Alcaraz. No sólo los españoles: los seguidores de Carlos Alcaraz son una familia universal, pero somos los españoles quienes tenemos la suerte de disfrutar más de él. Carlos Alcaraz es uno de los nuestros. Ganar un Grand Slam es prácticamente imposible. Es más fácil que te toque una primitiva cada semana, y resulta que tenemos la suerte de que en el tenis español después de la era de Nadal, tenemos a Carlos Alcaraz. Y además en este torneo, hemos disfrutado también del triunfo en dobles de Marcel Granollers.
Sí, en el tenis español tenemos mucha suerte y tenemos que disfrutarlo. En Francia llevan 42 años sin ganar un Grand Slam masculino. En Australia y Estados Unidos, que han reinado mucho tiempo en el tenis, más de 20... Y nosotros estamos mal acostumbrados, a que siempre haya un español que puede ganar los grandes torneos cuando, en realidad, lo normal es que esto sólo suceda cada muchísimos años.
Gracias a los referentes que tenemos nuestras escuelas de tenis están como están: en máximos de niños
Y un partido como el del domingo, un partido tan espectacular, tan emotivo, va a hacer afición al tenis. Sufrimos. Sufrimos mucho. Sufrimos cuando Sinner ganó el segundo set y también cuando tuvo sus tres bolas de partido. Parecía el final pero Carlos, con esa mentalidad que tiene, tan espectacular, tan fuerte, fue capaz de sacarlo adelante. Esto permite que las escuelas de tenis de España estén como están: en máximos históricos de niños. Eso hay también que agradecérselo a los grandes referentes como Carlos. Ya lo digo: seamos conscientes de lo que tenemos y disfrutemos de ello.
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