Antonio Naranjo critica a los políticos vascos por usar el castellano, y no pinganillos, en sus sesiones: "Pasan el examen de vascuence con decir Nico Williams"

Este martes, 10 de junio, Telemadrid ha emitido un nuevo capítulo de ‘El Análisis del Diario de la Noche’, el espacio del prime time presentado por Antonio Naranjo. El periodista, como suele ser habitual, ha hecho un repaso de las noticias más importantes del día. Desde la intervención de la UCO en el domicilio de José Luis Ábalos en Valencia, pasando por los halagos de Pedro Sánchez a Netflix, hasta la revelación de los políticos vascos sobre el no uso de pinganillos en sus reuniones.

Este asunto ha sido uno de los que más crispación ha provocado en el periodista. Cabe recordar que en la pasada Conferencia de Presidentes, todos los representantes autonómicos tuvieron la oportunidad de hablar en las lenguas cooficiales. Desde septiembre de 2023, también se puede hacer en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, en el País Vasco, las sesiones “son bilingües”, según ha confirmado la portavoz del Ejecutivo vasco, María Ubarretxena.

Antonio Naranjo se acuerda de Nico Williams para hablar del nivel de los parlantes de euskera en el País Vasco

“Este martes hemos sabido que el Gobierno vasco no utiliza pinganillos en sus propias reuniones, y tampoco obliga a utilizarlos a los consejeros que sólo hablan en español”, ha comenzado explicando Antonio Naranjo. El periodista ironiza con esta medida, ya que “lo que le impone a Sánchez en el Congreso con un coste total de 17 millones de euros hasta 2027, no lo aplican en casa”.

No sólo ha bromeado con esta cuestión. El periodista ha asegurado que el nivel de parlantes en euskera sigue descendiendo, pues “allí te pasan el examen de vascuence con decir ‘agur’, ‘egunon’ y ‘Nico Williams”. Esta referencia al jugador del Athletic Club que ha provocado un amago de carcajada en su rostro antes de dar paso a las declaraciones de Ubarretxena.

La política del País Vasco ha justificado la decisión de hablar en castellano, y no usar en pinganillos, en que “sobre todo se realizan con total respeto por las lenguas y el euskera que es lo que tiene que ser y lo más importante”. Una explicación de la que Antonio Naranjo se ha despedido con un significativo “pues nada, agur”.