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Las jornadas de trabajo pueden ser largas y duras. Esto puede hacer que, al llegar a casa y cenar, nos quedemos dormidos viendo la televisión. Aunque es un hábito muy extendido y que, a priori, no tendría ninguna implicación; la psicología desvela que podría tener diversos motivos e implicaciones. Sobre las consecuencias también han incidido diversos expertos, tal y como desveló, por ejemplo, un estudio del departamento de Neurología de la Northwestern University Feinberg School of Medicine de Chicago, que se publicó en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS, por sus siglas en inglés).
Los posibles motivos
Según la psicología pueden existir diversos motivos por los que las personas se quedan dormidas frente al televisor. Para muchas personas, la televisión, puede simular la presencia de otra persona, mitigando la sensación de aislamiento. Para otras puede ser una ayuda para afrontar la ansiedad o el miedo al silencio. Estas no son capaces de dormir cuando hay un silencio u oscuridad total.
En ocasiones, cuando nos vamos a dormir, podemos sufrir pensamientos intrusivos y, la tele, puede servir como una distracción bastante eficaz y hacer que el sueño se concilie mejor. La repetición de este hábito puede hacer que se convierta en una costumbre que luego es muy difícil eliminar.
Cómo puede afectar la televisión a nuestro sueño
Aunque pueda parecer una costumbre inocua, esto queda en entredicho tras el estudio publicado en The Proceedings of the National Academy of Sciences realizado por el departamento de Neurología de la Northwestern University Feinberg School of Medicine de Chicago.
Según indicaría este estudio, la luz proviniente de la televisión, podría afectar negativamente al sueño. Mientras se descansa, el cuerpo regula funciones clave y repara y recupera el organismo para el día siguiente. Estos procesos pueden verse interrumpidos por culpa de la luz de la televisión, lo que puede derivar en estrés en el sistema cardiovascular y aumentar el riesgo de sufrir hipertensión, enfermedades coronarias o accidentes cerebrovasculares.
Estos efectos no solo vienen de la luz de la televisión, también pueden venir de una luz más tenue. De hecho, son múltiples las voces que señalan que, cualquier tipo de luz, puede afectar el sistema circadiano de nuestro organismo. Y es que, el cerebro, interpreta la luz artificial como luz natural, así suprime la producción de melatonina y se ve afectado nuestro sueño. De hecho, los expertos, también señalan que incluso encender una luz como la del móvil para ver la hora o la del baño para hacer tus necesidades, en mitad de la noche puede afectar notablemente a tu rutina de sueño.
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