- US Open de Golf. Rahm regresa al primer Major
Cada mes de junio, el mundo del golf gira la vista hacia el US Open, uno de los torneos más prestigiosos y desafiantes del circuito mundial. Los focos suelen centrarse en los hoyos imposibles, los errores que cuestan campeonatos y los nombres que se inscriben en la historia del deporte. Pero hay un detalle que suele pasar desapercibido para el gran público: el trofeo que levanta el campeón cada año no es el original de 1895, aunque se le parezca en todo.
Lo que pocos saben es que el trofeo original del US Open desapareció entre llamas hace casi 80 años, víctima de un incendio que marcó un antes y un después en la historia del campeonato. El responsable indirecto fue el propio campeón de 1946, Lloyd Mangrum, quien, con un gesto de generosidad, quiso acercar el trofeo a los aficionados, sin saber que eso marcaría su final.
Desde su primera edición en 1895, el US Open ha entregado a cada campeón una copa de plata de diseño sobrio y elegante, con asas laterales, una tapa ornamentada y el nombre del ganador grabado en la base. El trofeo no era propiedad del jugador, sino un símbolo de su victoria: el campeón lo custodiaba durante un año y debía devolverlo antes del siguiente torneo.
Durante más de medio siglo, esa misma pieza fue compartida por leyendas como Willie Anderson, Francis Ouimet, Bobby Jones o Ben Hogan. Era una reliquia viva del golf, una tradición que vinculaba generaciones de campeones.
El incendio de Tam O’Shanter
Todo cambió en 1946. Ese año, el estadounidense Lloyd Mangrum ganó el US Open en el Canterbury Golf Club, en Ohio, tras imponerse en un emocionante desempate a 36 hoyos frente a Byron Nelson y Vic Ghezzi. Mangrum, siempre comprometido con los aficionados y cercano a la comunidad del golf, decidió exhibir el trofeo en el Tam O’Shanter Country Club, en Chicago, un recinto popular por sus torneos y su ambiente vibrante.
Pero lo que debía ser un gesto de celebración terminó en tragedia. Un incendio devastó las instalaciones del club, llevándose consigo trofeos, documentos históricos y, entre ellos, el original del US Open. La copa de 1895 quedó reducida a cenizas, y con ella se perdió una parte tangible de la historia del torneo.
Un nuevo trofeo idéntico, pero distinto
La USGA (Asociación de Golf de Estados Unidos), organizadora del torneo, reaccionó de inmediato. Para la edición de 1947, en la que se coronaría campeón Lew Worsham, se encargó la creación de una réplica exacta del trofeo original que mantenía cada detalle: misma forma, dimensiones y acabado.
Desde entonces, ese trofeo es el que se entrega cada año al campeón, quien lo conserva en su poder durante 12 meses, con la obligación de devolverlo antes del inicio del siguiente US Open. La copa sigue llevando los nombres de todos los ganadores grabados, en una especie de palmarés perpetuo que mantiene vivo el legado de sus antecesores.
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