Si hay una personalidad por encima de todas en el universo de la IndyCar ese es Roger Penske. The Captaines el dueño y señor del campeonato desde 2019, año en el que también compró el Indianápolis Motor Speedway y, además, es propietario del equipo más laureado de la competición, con nada menos que 20 triunfos en las 500 Millas de Indianápolis, más que cualquier otra estructura en la IndyCar. Su foto rodeado de los todos Baby Borgs (la réplica en miniatura del trofeo Borg Warner) que acumula es la imagen que mejor retrata su grandeza.
Pues bien, Penske hoy no ha tenido más remedio que rendirse ante el dominio del gran rival de su equipo en el último lustro: Álex Palou. El magnate americano no ha ahorrado en elogios hacia el español en declaración a la FOX: "Le doy un triple A [el equivalente a un sobresaliente en Europa] por el trabajo que ha hecho. Nos está haciendo polvo", añadió de forma más gráfica.
Sin embargo... la aparición estelar de Palou, además de 'hacer polvo' a sus chicos también podría interpretarse como un elemento poco beneficioso para el campeonato... aunque el veterano jefe de equipo no lo ve del todo así: "Me encantaría tener a un piloto mío en esa posición. A Chip seguro que le gusta. Pero así son las carreras. Vemos a Verstappen, hemos visto a otros en NASCAR que han ganado carreras. Simplemente, tenemos que ganarle. Se han puesto las pilas. Y les reconozco el mérito al cien por cien. No es nada sencillo de hacer".
Le doy un sobresaliente por el trabajo que ha hecho. Nos está haciendo polvo
Penske reconoció, eso sí, que como propietario del campeonato quizá preferiría más alternancia: "Tal vez la IndyCar necesite cinco ganadores diferentes, algo que sería genial. Pero, por otro lado, en este negocio siempre hay un tipo que está liderando y el resto tenemos que intentar ganarle. Y yo diría que Palou ahora mismo está en la cima".
Penske, eso sí, no se rinde y desafía a Ganassi (y a Palou por extensión) de cara a la Indy 500: "Le dije a Chip que nos espere aquí, porque nos centraremos en ellos". De momento, sus coches están rindiendo de fábula y mañana quizá pueda empezar a ganarle batallas a Palou...
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