“Es el mayor reto de toda mi carrera”, decía un hundido Pecco Bagnaia el sábado por la tarde en Aragón, después del Sprint de MotoGP. Fue 12º, ni puntuó y sus sensaciones con el tren delantero eran peores que nunca. Llevaban meses dándole vueltas a la GP25, pero no había manera, un laberinto del que no encontraban la salida.
La reunión de los técnicos posterior se convirtió casi en un gabinete de crisis. Pero tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Así, según ha podido saber MARCA, fue Cristian Gabarrini, el jefe técnico del tricampeón, quien tuvo la idea de variar los discos de freno delanteros para ver si de este modo había cambios. Sustituían los de 340 milímetros, los recomendados por Brembo, que se los suministra a toda la parrilla, por los de 355 milímetros. Éstos sólo se utilizan en circuitos de fortísimas frenadas, como el austriaco Red Bull Ring o el japonés de Motegi.
Los pusieron ya en el ‘warm up’, el entrenamiento previo, y, rápidamente, el turinés se encontró mejor. Fue sexto, a 0.348 de Marc, pero le vio potencial.
Mejoría inmediata
Por eso, los montaron en la carrera, cosa que no hizo nadie más entre las otras cinco monturas de Ducati ni en toda la parrilla. Desde el comienzo se vio otro Pecco, más incisivo, competitivo y peleando por el segundo lugar hasta el final. “Me permitió frenar menos y reducir más la velocidad, mejoré muchísimo”, itía Bagnaia, que había añorado una mejor entrada en curva todo el curso.
Gabarrini, que ha acompañado al de Chivasso en sus dos coronas en la clase reina, como hizo con las dos de Casey Stoner, sostiene que están empezando a ver la luz. “Hemos trabajado bien todo el fin de semana. Para mí, Pecco trabajó mucho mejor que en los dos grandes premios anteriores. En el Sprint, tuvimos un momento de grandísima dificultad, pero la tendencia era positiva y logró superarlo. Hizo un grandísimo ‘warm up’ y, luego, recogió los frutos de un trabajo hecho con método, como toca”, afirmó a MARCA y GPOne.
Sólo al saber que Bagnaia había desvelado cuál era el cambio técnico, el ingeniero italiano habló de ello. “También trabajamos en la configuración, pero los frenos han sido lo que ha marcado la diferencia para el resultado final”, reconocía.
Como el depósito de Jorge Lorenzo
Cristian, como Pecco, tenían claro que la variación clave no debía ser inmensa, después todas las pruebas hechas. “A veces falta una pequeña cosa para hacer un click. Siempre pongo el ejemplo de Jorge Lorenzo con el depósito: el piloto se encuentra más a su gusto, pilota de forma más natural y saca sus prestaciones”, evocaba respecto a cuando el pentacampeón añadió unos apósitos al tanque de gasolina para usar mejor sus piernas y eso le permitió pasar de sufrir a ganar carreras con Ducati.
Pero quieren más. “Espero y deseo que esto sea sólo el principio de un nuevo camino y que volvamos dentro de varios fines de semana a luchar por la victoria. Hay que seguir dando pasos, con objetivos realistas”, avisaba.
Sufrimiento interno
El jefe de mecánicos del transalpino itía que lo han pasado muy mal. “Sobre Pecco, hay que preguntarle a él. Respecto a nosotros, es parte de nuestro trabajo; hay momentos en que todo va bien, se gana y parece todo fácil, pero también está lo difícil, la otra cara. El deporte de alto nivel es así. Es necesario estar preparados y no entrar en pánico. Hay periodos en que todo va mal. Si pensamos en todo lo que ha tenido que superar Marc Márquez estos años, lo que hemos pasado nosotros no es nada. Lo importante es salir y salir más fuertes que antes”, lanzaba.
A Marc no le gustan
Precisamente, el octocampeón sabía de esta solución de Bagnaia, pero a él no le sirve. “Pecco ya los había usado, creo que en Qatar. Él frena muy fuerte recto y menos inclinado. Yo, en cambio, freno recto, pero paro la moto cuando ya estoy muy inclinado, en el vértice de la curva. A mí esos discos me quitan confianza y sensibilidad delante y en la leva del freno. Son estilos de pilotaje diferentes. Su eficacia depende del circuito y me pueden favorecer a mí o a él”, dijo en DAZN.
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