- LaLiga EA Sports. El mito Albiol se despide entre lágrimas
El defensa español Raúl Albiol ha abierto su corazón en una extensa entrevista en la que repasó, con serenidad y franqueza, los momentos más decisivos de su longeva carrera profesional. A sus 39 años y con 842 partidos oficiales disputados, el exfutbolista del Real Madrid, Valencia, Nápoles y Villarreal ha reflexionado sobre su trayectoria, las decisiones que marcaron su camino, los afectos recibidos y la filosofía que lo ha acompañado hasta hoy: trabajo, discreción y honestidad.
Albiol evitó polémicas al hablar del eterno debate sobre los arbitrajes y los supuestos favoritismos hacia determinados equipos. "Yo en un tema de árbitros y debates que si favorecen a uno o a otro, la verdad es que no entro porque creo que es perder el tiempo", afirmó con claridad. "Al final, tienes que centrarte en tu trabajo, en mejorar tú mismo y en conseguir tus objetivos". Con esta afirmación, el central dejó claro que su enfoque siempre ha sido el de construir desde el esfuerzo y la autocrítica, alejándose del ruido mediático.
El zaguero, que cuenta con un palmarés envidiable, habló también de lo que no se dio: su frustrado regreso al Valencia. "Sí que hubo un verano que estuve a punto de volver estando en Nápoles", confesó. Sin embargo, fue él mismo quien detuvo la operación: "Decidí quedarme. No veía estabilidad en el club y estaba muy bien en Italia, peleando por títulos, jugando Champions… y bien adaptado a la ciudad". Esa decisión terminó marcando una etapa muy exitosa en el sur de Italia.
Sólo quería jugar en el Villarreal, ellos apostaron por mí y yo les he dado todo
Pese a esa oportunidad frustrada, la conexión con el Valencia permanece en el recuerdo, pero sin expectativas de reedición. "Ahora mismo no me entra en la cabeza volver al Valencia, la verdad", aseguró. Según explicó, esa puerta se cerró definitivamente hace años: "Aquello ya pasó. Lo veo imposible por ambas partes. Creo que la etapa con el Valencia terminó hace mucho tiempo".
Su llegada al Villarreal, en cambio, fue una historia de plenitud. El futbolista reveló que un viejo amigo, Yaneza, le había anticipado que algún día jugaría allí. Y así fue. A los 34 años, en un momento donde muchos clubes dudan de los veteranos, el Villarreal apostó por él. “Yo les prometí que iba a devolver esa confianza y creo que ambos cumplimos. Ellos apostaron por mí, y yo di todo como futbolista”, comentó.
Su paso por el conjunto castellonense no sólo trajo buenas sensaciones, sino también un título histórico: la Europa League de 2021, el primer gran trofeo europeo del club. “He sido muy feliz aquí,en mi tierra, en un club que siempre me gustó. Me fui de Nápoles, donde tenía contrato y estaba bien, solo porque quería jugar en el Villarreal. Y fue una decisión acertada”.
Casi vuelvo al Valencia estando en Nápoles pero no veía estabilidad en el club y estaba muy bien en Italia
Raúl Albiol también se mostró agradecido por el cariño que ha recibido tanto en Villarreal como en Nápoles. "Me han tratado con muchísimo afecto. En Villarreal he sentido lo mismo que sentí en Nápoles: cercanía, respeto, iración. Eso no se olvida", comentó con emoción. Además, agradeció a la familia Roig y a la afición por su despedida y por el trato “desde el primer día”.
Puerta abierta a una nueva etapa
Sobre el futuro, Albiol no descarta seguir sumando minutos. Con 842 partidos oficiales en su haber, lanza una declaración cargada de ambición: "Cristiano quiere llegar a los 1000 goles, pues yo quiero llegar a los 1000 partidos". Aunque lo dijo entre risas, no lo descarta: “Me encuentro bien, me respetan las lesiones y tengo ilusión”.
En cuanto a su faceta goleadora, recordó que ha marcado 23 goles, una cifra modesta pero simbólica: "Es uno de mis números favoritos, así que no me importaría quedarme ahí". Con humor, bromeó también sobre los autogoles: "Esos me los apunto yo, que no salen en las estadísticas".
El central también se enorgullece de su comportamiento en el campo. No se considera un jugador violento, y los datos lo respaldan: su última expulsión fue en 2012. “Nunca he sido de muchas rojas. Es curioso, pero donde más me expulsaron fue en el Real Madrid, tres veces. Para que luego digan…”.
Raúl Albiol se despide sin estridencias, con la misma sobriedad que ha marcado toda su carrera. Sin necesidad de alzar la voz ni de buscar portadas, ha conseguido el respeto del mundo del fútbol. “Al final esto va de ser feliz, tener salud, rodearte de buena gente y vivir momentos inolvidables. He tenido esa suerte”, concluye.
Una carrera ejemplar de uno de esos jugadores que, sin grandes alardes, construyen una trayectoria sólida, digna y respetada. Un central de los que ya no abundan.
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