Se trata de una prueba en la que la competición eléctrica en colaboración con Google Cloud y GENBETA 'lanzan' uno de los monoplazas prototipo montaña abajo en el Col de Braus (Alpes) para calcular cuánta energía puede recuperar en ese recorrido en rueda libre. Y el resultado ha sido sorprendente.
Una vuelta a Mónaco 'gratis'
James Rossiter, ex piloto de la competición eléctrica y ex jefe del equipo Maserati fue el encargado de guiar el coche, cargado únicamente con la energía suficiente para arrancar su recorrido.
Tras completar la ruta fijada, el monoplaza GENBETA acumuló en sus baterías la suficiente energía (entre 1,6 y 2,0 kWh) como para recorrer los 3,337 kilómetros del trazado de Gran Premio de Mónaco, en el que los 22 monoplazas del campeoanto del mundo eléctrico disputaron este fin de semana su sexto y séptimo E-Prix (con victorias de Oliver Rowland y Seb Buemi, respectivamente).
Una tecnología, la de la frenada regenerativa que también forma parte de las prestaciones de los coches eléctricos de calle, ayudando a incrementar su autonomía. En la mayoría de los modelos el propio conductor puede sentirse piloto de Fórmula E regulando la intensidad de la regeneración de frenada a través de las levas del volante a la vez que mejora el rango de su vehículo.
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