Es posible que en estas Finales los focos se los esté llevando Shai Gilgeous-Alexander y su descomunal actuación, o Tyrese Haliburton y su canasta imposible del primer partido, incluso Rick Carlisle y su rutina, no muy agradable, en la banda. Pero hay sitio para un protagonismo muy especial.
Jenny Boucek (Nashville, 1973), es ayudante de entrenador de Carlisle en los Pacers, en realidad es la coordinadora de la defensa del equipo. Pero sobre todo es madre y ha demostrado que en un mundo tan elitista como es la NBA, pude compaginar ambos papeles y hacerlo de forma satisfactoria.
Boucek se unió a los Pacers en 2021, junto a Carlisle. Pero su historia va mucho más allá. 12 días después de ser cesada en Dallas dio a luz a su hija Rylie mediante la fecundación in vitro. Desde entonces, su hija acompaña a Jenny en muchos de los partidos de los Pacers fuera de casa hasta el punto de haberse convertido en una más de la familia de Indiana. Y en palabras de su jefe, Rick Carlisle: "Será la primera mujer en ser entrenadora jefe en la NBA".
PREGUNTA. ¿Cómo está Rylie?
RESPUESTA. Se está haciendo grande, y también familiarizándose con lo que es esta vida para ella, entendiendo y aprendiendo más. Está aprendiendo matemáticas en el colegio, así que pregunta cuántos partidos tenemos que ganar en cada ronda, cuántas rondas son… y está haciendo las cuentas.
P. Está descubriendo lo que es el baloncesto y lo que es su vida
R. Mucho sobre nuestra vida. Aprecia el poder viajar, conocer las referencias de las distintas ciudades, y cosas así. Esto es una gran experiencia de aprendizaje para ella, crece viendo el mundo y espero que tenga una mentalidad abierta por esto.
P. Ella convive en una situación muy especial porque ella sigue viajando con el equipo. ¿Me imagino que se habrá convertido en una especie de mascota dentro del vestuario?
R. La gente de la NBA la conocen desde que tenía un mes. La han visto crecer, casi tiene siete años ahora. Está viajando mucho. Si tenemos un desplazamientos de más de tres noches se suma a la expedición, se está metiendo más y más en ello. Para ella es su normalidad, no tiene ni idea de que es algo especial. Sus compañeras están empezando a mencionar algunas cosas que la hacen ver que es algo especial, si por ejemplo alguien habla de Tyrese Haliburton con iración, ella simplemente dice: “Pero si es mi vecino, ¿dónde está lo especial?”
P. Imagino que a medida que se hace mayor, puede ser más complicado para usted poder atender las dos cosas, por un lado ser madre y por otro seguir con su carrera en los banquillos en la NBA. ¿Es más fácil o más difícil que antes?
R. Es más fácil. Primero porque ella ahora entiende más las cosas, no lo pasa tan mal cuando me tengo que marchar, lo entiende. Tiene como un reloj biológico que le dice por cuánto tiempo me marcho y cómo es de larga la temporada. Esta está siendo un poquito larga, así que se está adaptando al hecho de que dure un mes más, pero comprende lo que está pasando, eso lo hace más fácil. Las conversaciones que tenemos son más profundas sobre si está experiencia está siendo buena o mala. Creo que ella se siente más parte de ello y lo entiende más. Está viajando más, nos hace sentir más especiales, cuando ella era más pequeña me tenía que perder partidos y yo odiaba eso. Ahora viene más, nuestros mundos se están juntando un poco más.
P. Probablemente es más difícil ahora en postemporada, porque en la Liga regular tiene el calendario y lo va siguiendo, pero ahora no sabe dónde va a estar la próxima semana.
R. Sí, cuando yo estaba con equipos que no sabíamos si jugaríamos los Playoffs o no, le podía decir una fecha final de cuándo terminaríamos y cuántos partidos quedaban. Los últimos dos años no hemos podido hacer eso. Pero la diferencia entre el último año en el que llegamos muy lejos en Playoffs y este es grande, porque ella es brillante, hablamos mucho y ha tenido más experiencia sobre lo que supone estar en unos Playoffs.
P. Está dando pasos gigantes en su carrera, ¿cómo de importante es ser una pieza clave de un equipo que alcanza las Finales de la NBA?
R. Es un honor ser parte de la NBA. Es un honor poder trabajar con estos jóvenes tan brillantes que están comprometidos en alcanzar su máximo potencial y están viviendo sus sueños. Estos chicos crecieron desde muy niños persiguiendo sus sueños y poder serles de ayuda en ese camino es un papel justo en la vida. Es un honor ser parte de esto.
P. ¿Qué opinión tiene del impacto que tuvo la pasada temporada la WNBA? No sé si podía imaginar algo así hace dos o tres años.
R. Lo que está pasando con la WNBA es algo que está llegando con mucho retraso. Diría que se ha estado construyendo durante mucho tiempo, lo puedo sentir como mujer. Lo que estamos viendo es muy emocionante para muchas de nosotras porque incluso mi generación sentimos mucha discriminación, la liga era objeto de muchas burlas en programas de televisión y radio. No soy tan mayor como para saber qué sentía la generación previa a mi, o incluso antes de que la WNBA existiera, fueron desconsideradas toda su vida por su sexo, sufrieron una discriminación extrema y pasaron por muchas batallas, fue doloroso. Yo soy cercana a esa generación que valoran y entienden el respeto, y sienten gratitud y lo celebran por lo que está pasando con el deporte femenino ahora mismo.
P. Es increíble lo que está pasando. Y por ejemplo aquí, en Indianápolis, el efecto de Caitlin Clark, es una locura llegar al aeropuerto y que lo primero que te encuentras sea una foto gigante de ella y en pequeño al lado la promo de Las Finales de la NBA. ¿Cómo es ese impacto que ha tenido Clark en la ciudad y que se ha convertido en un icono de la ciudad?
R. El impacto que ha tenido Caitlin Clark es difícil de explicar, es lo que es, es algo para lo que ella estaba predestinada. Tener una oración como nunca antes había tenido una deportista femenina. Y lo lleva con mucha elegancia y confianza. Ella es una elegida para esto. Creo que ella lo entiende, hemos pasado mucho tiempo juntas, que es algo que le ha venido dado. Está trabajando muy duro, obviamente, pero hay mucha gente que ha sido parte de esto y no han tenido tanto reconocimiento como ella tiene. Ella lo entiende perfectamente. Sus compañeras también lo entienden, tiene una gran responsabilidad, y está siendo el catalizador de todo esto. Ha habido muchas mujeres antes que ella y con ella, que son como una culminación de todo esto.
P. ¿Cómo es ella de cercana a los Pacers? Porque la hemos visto mucho en los partidos animando, pero no sé si quizás pasan más tiempo juntos, si entrena con ellos…
R. Es una de las mejores cosas que tiene la WNBA, ser parte de la familia de la NBA desde el primer día. Yo no estaría aquí si no fuera por ese vínculo, porque los jugadores y entrenadores han tenido muchas interacciones en estos años desde los inicios. Somos una familia, nuestra organización, y creo que ella es. amiga de muchos de nuestros jugadores. Su novio fue becario con nosotros antes incluso de que ella fuera drafteada. Así que sí, hay mucha relación, mucho apoyo, no sólo con Caitlin Clark sino con otras jugadoras, y es mutuo. Los jugadores de la NBA siempre han respetado a las jugadoras de la WNBA, y diría, como exjugadora de la WNBA, que siempre nos hemos sentido más respetadas por jugadoras de la NBA que por mucha gente y muchos hombres. Siempre hemos sentido ese apoyo y ese amor, y eso siempre ha significado mucho para nosotros.
P. Sé que pudo trabajar con Luka Doncic en sus primeros años en la NBA. ¿Cómo fue su reacción al enterarse de que era traspasado a los Lakers y cómo se produjo aquello?
R. Hoy en día, con todas las ‘fake-news’, ya no sabes qué creer y qué no. No estás seguro de si es real o no, porque es impensable que un jugador de su nivel y su talento pueda ser traspasado. Pero es una cura de humildad y un recordatorio a todos de que en este negocio nadie es intocable y de que el equipo es más que los individuos. Es una lección de humildad para todos y probablemente un buen recordatorio también de que no es algo que dependa de nosotros.
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